martes, 20 de octubre de 2009

Mujeres Rompiendo el Silencio: Tribunal de Conciencia.




Con el presente proyecto la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas –UNAMG-, el Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial –ECAP-, La Comisiòn Nacional de Viudas de Guatemala –CONAVIGUA- y Mujeres Transformando el Mundo, junto a otras organizaciones de la sociedad civil pretende contribuir en la construcción de alternativas que posibiliten la obtención de justicia para las Mujeres sobrevivientes de Violencia Sexual durante el Conflicto Armado. El proyecto será implementado por esta alianza de organizaciones que buscan romper el silencio en torno a la violencia y violación sexual contra mujeres durante el conflicto armado. Las organizaciones que integramos esta alianza hemos venido trabajando desde hace algún tiempo con mujeres sobrevivientes de la violencia política vivida durante el conflicto armado. Otras hemos cosechado logros en los proceso organizativos de las mujeres indígenas en diferentes comunidades del país y otras hemos logrado obtener justicia formal en casos concretos.

Antecedentes

Durante el conflicto armado interno que tuvo lugar en Guatemala durante más de 30 años, la violación sexual constituyó una práctica generalizada, masiva y sistemática realizada por agentes del Estado como parte de la política contrainsurgente. Fue utilizada como un instrumento de guerra y herramienta para generar terror, vulnerando los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Fue una práctica generalizada durante las masacres, siendo en la gran mayoría de los casos la antesala de la muerte. La Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH) , reconociendo que "las cifras de violación sexual, muestran un subregistro…en relación a otras violaciones de derechos humanos..." , registró 1465 hechos de violación sexual, de los cuales pudo documentar 285 casos. Este tipo de violencia estuvo dirigida en un 99% contra mujeres, siendo indígenas la gran mayoría de ellas (80%) .

Justificación.

La violación sexual es la síntesis del sometimiento patriarcal de la mujer y la forma de violencia que más impacta la vida de las mujeres. La sola amenaza de violación restringe de manera sustancial el ejercicio de todos los derechos de las mujeres. Así, la violación ha jugado una función a lo largo de la historia como un proceso conciente de intimidación de los hombres hacia las mujeres, de acuerdo a la clásica afirmación de Susan Brownmiller .

Durante los 36 años del conflicto armado interno que tuvo lugar en Guatemala, la violación sexual constituyó una práctica generalizada, masiva y sistemática realizada por agentes del Estado como parte de la política contrainsurgente. Fue utilizada como un instrumento de guerra y herramienta para generar terror, vulnerando los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Fue una práctica generalizada durante las masacres, siendo en la gran mayoría de los casos la antesala de la muerte. La Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH) , reconociendo que "las cifras de violación sexual, muestran un subregistro…en relación a otras violaciones de derechos humanos..." , registró 1465 hechos de violación sexual, de los cuales pudo documentar 285 casos. Este tipo de violencia estuvo dirigida en un 99% contra mujeres, siendo indígenas la gran mayoría de ellas (80%) .

La violencia sexual impacta en la vida de las mujeres de manera transversal y sus efectos son diferenciados y en muchos casos desestructurantes, puesto que atenta contra su intimidad, su dignidad y libertad. Durante 20 o 25 años las mujeres sobrevivientes de este tipo de violencia han afrontado las consecuencias físicas, psicológicas y sociales de este de la violencia sexual que es el único crimen por el cual se culpabiliza en primer lugar a la víctima. Ante ello las mujeres han permanecido en silencio.

Las mujeres no han tenido acceso a justicia y en los casos donde ha habido resarcimiento este ha tenido un efecto revictimizante, puesto que el mismo no ha sido integral ni acompañado de otras medidas de reparación. A la fecha ni uno solo de los responsables ha sido juzgado y sentenciado. El clima de impunidad contribuye a perpetuar la violencia contra las mujeres.

El pasado no está desvinculado del presente. La historia actual del feminicidio en Guatemala ilustra esta verdad. La saña y la crueldad con la que se viola y asesina a las mujeres en la actualidad, es resultado del ancestral sistema de opresión contra las mujeres, así como la impunidad y el silencio alrededor de la violencia cometida contra ellas durante la guerra. A ello se suman la pervivencia de agudos problemas socioeconómicos y la creciente inseguridad ciudadana existentes en el país.

Por medio del presente proyecto "Mujeres Rompiendo el Silencio" busca realizar una acción dirigida a incidir para el logro de la justicia para las mujeres. Para el impulso de este proyecto las diferentes organizaciones que integramos "Mujeres Rompiendo el Silencio" haremos acopio de la experiencia acumulada en el trabajo con sobrevivientes de violencia sexual y otras violencias. La realización de un Tribunal de Conciencia cumplirá con una de las demandas más sentidas de las mujeres: "ser escuchadas y que la gente sepa que no somos culpables".

Además de esto, con el Tribunal de Conciencia buscamos crear las sinergias necesarias con otras organizaciones de mujeres y de Derechos Humanos y hacia la sociedad y los organismos responsables de la administración de justicia, con el objetivo de promover el fin de la impunidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el enfrentamiento armado.

Tribunal de conciencia

Los Tribunales de Conciencia es un medio alternativo de justicia. Su objetivo es denunciar y concientizar al Estado y a la sociedad de la situación de violencia sexual sufrida por las mujeres durante el conflicto armado.

Igualmente, la ocasión será propicia para reflexionar sobre el fortalecimiento de los mecanismos de denuncia, implementación y prevención de las violaciones a los derechos humanos de las mujeres.

Los Tribunales de Conciencia tienen capacidad de incidir a favor de las mujeres porque son espacios que reúnen a personas de alta calidad moral y científica para estudiar casos, testimonios y vivencias de las distintas formas de violencia sexual ejercida en contra de las mujeres, a pesar de no ser órganos judiciales.

Después de realizar los estudios pertinentes y oír los testimonios, los Tribunales emiten las recomendaciones que consideren apropiadas para coadyuvar con el Estado y la sociedad civil.
El desarrollo de otros Tribunales a nivel internacional ha logrado obtener grandes conquistas para las mujeres, como el reconocimiento de situaciones de esclavitud sexual de las mujeres japonesas durante la segunda guerra mundial.


Tamara, ONG Mugarik Gabe
Fuente: E-Mujeres.net

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