martes, 4 de agosto de 2009

El poder global no ve, no oye, no dice "La mujer, víctima del asesinato masivo y sistémico"

 
Una expresión vergonzante del mundo machista tratado esta semana desde distintos ángulos por periodistas de nuestra agencia y columnistas invitados.

El concepto de femicidio forma parte del aparato teórico y semántico del movimiento de mujeres. El mismo fue desarrollado por Diana Russell y Jill Radford en ("Femicide. The politics of woman killing"), Mary Anne Warren ("Gendercide: The Implications of Sex Selection"), y por la mexicana Marcela Lagarde. Sin embargo debería pertenecer al conjunto de la sociedad global, abordado por los partidos políticos y los movimientos sociales. Como se tratará de dejar constatado en la serie de artículos que esta semana ofrece APM, los Estados permanecen ausentes, se hacen los distraídos, los sordos y los que no ven. Las deudas de los gobiernos y de los sistemas legislativos y judiciales son abrumadoras.

Las mujeres entre los 15 y los 44 años tienen una mayor probabilidad de ser mutiladas o asesinadas por hombres que de morir de cáncer, malaria, accidentes de tráfico o guerras.

Se trata del resultado de diversos mecanismos combinados: aborto de los fetos de niñas, basado en una selección deliberada; infanticidio en los países en los que se prefiere a niños varones; falta de alimentación y atención médica, que se desvía hacia los miembros masculinos de la familia; los llamados "asesinatos de honor", bajo "emoción violenta y las muertes de dote; tráfico de mujeres y violencia doméstica o de género en términos generales.

Ello implica que cada año entre 1,5 y 3 millones de mujeres de toda edad son víctimas de la violencia de género. La falta de cuidados médicos implica el fallecimiento de 600.000 mujeres al año durante el parto.El concepto femicido es ampliamente aplicado en la descripción y condena de los asesinatos sistemáticos de mujeres en Ciudad Juárez (Chihuahua, México) y Ciudad de Guatemala (Guatemala). La mayoría de las víctimas son violadas y algunas mutiladas, torturadas o incluso descuartizadas.

También se registran casos en el resto de América Latina y en América del Norte; en Europa, África, Asia y Oceanía.Por ejemplo, casi mil mujeres de la comunidad indígena canadiense han sido declaradas como desaparecidas o han sido asesinadas desde 1980, un número desproporcionado si se tiene en cuenta lo reducido de la población indígena canadiense.Informaciones amplias y análisis al respecto forman parte de esta edición de la agencia de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata: resúmenes noticiosos de América Latina y el mundo, el caso particular de Argentina, enfoques y análisis de especialistas en cuestiones de género.APM decidió ofrecer esta cobertura especial debido a que, conforme a su línea editorial expresa, contrahegemónica y democrática, entiende que fenómenos como el femicidio expresan las diferentes formas en que se manifiesta el sistema de poder global, antidemocrático, machista y discriminatorio.

Asimismo, considera alarmante el silencio de los medios del sistema corporativo concentrado y la complicidad que, por acción u omisión, se registra en ámbitos gubernamentales, legislativos y judiciales.

Fuente: APM

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